Hay campañas creativas, campañas virales, y luego está esta joya de Burger King que literalmente te dejaba inventarte una oferta, subirla a Instagram y, boom, recibir el combo real. ¿Marketing? Sí. ¿Publicidad? También. ¿Diseño de experiencia multiplataforma con engagement masivo y sentido del humor? TOTAL.

Prepárate para el desglose completo de The Sticker Deal, una de esas ideas que uno ve y piensa: «¿¡cómo no se me ocurrió a mí!?». Pero también una clase maestra de diseño interactivo, participación del usuario y cómo convertir un simple cartel en el nuevo campo de juego creativo.


🎯 ¿Qué fue exactamente The Sticker Deal?

Imagínate esto: Burger King lanza vallas publicitarias completamente blancas en ciudades de Brasil. Nada. Solo el logo y el nombre de la campaña. Y una invitación: «Hacé tu propia oferta y subila a Stories con los stickers de comida + #OfertaBK».

¿La vuelta? La gente subía su invento (por ejemplo, «Whopper + papas + milkshake por 15 reales»), etiquetaba a Burger King, y si la idea gustaba… ¡recibías el link para pedir exactamente eso en la app con ese precio! Era como hackear la carta de BK. Pero legal.

Sí, era tan loco como suena. Y funcionaba aún mejor.


📱 Una masterclass de diseño para redes (sin parecer publicidad)

Lo que hace que esta campaña sea brillante no es solo la idea, sino cómo se diseñó para la vida real:

  • Usaron stickers de Instagram, que ya conocés, ya dominás y ya usás. Nada de apps raras o interfaces incómodas.
  • El fondo blanco no solo era un recurso estético: era un lienzo para que la gente se sintiera libre de jugar.
  • No necesitabas descargar nada, escanear QR, ni participar en sorteos eternos. Solo tu imaginación y una story.

¿Resultado? Cientos de combos inventados, interacción real y una comunidad sintiéndose parte de la marca de una forma que pocas campañas logran.


🔥 Y sí, se volvió viral

Las historias se compartieron, la gente empezó a competir por ver quién hacía la mejor oferta, algunos hasta lo convirtieron en un juego. BK no solo entregaba las promos reales, sino que también respondía los mensajes con humor, diseños y emojis. La marca se volvió un personaje.

Esto generó un tipo de interacción orgánica que ya quisieran muchas marcas: no era pagar influencers. Era convertir al público en el creativo. Y todos quisieron jugar.


🏆 Premios, porque obvio

Cuando algo está tan bien hecho, el mundo publicitario lo nota. Y esta campaña se llevó todo:

  • 🥇 D&AD Yellow Pencil
  • 🥈 Clio Plata
  • 🥉 LIA Bronce

Y más de una mención en artículos que listan «las mejores campañas del año». No por tener efectos especiales, sino por entender perfectamente el lenguaje de la gente, de las redes, y de cómo hacer que una promo se sienta como un meme compartible.


👀 ¿Y desde el diseño?

Desde el diseño visual y conceptual, esto es oro puro:

  • La valla en blanco es el anti-anuncio. Te obliga a mirar. En medio de un mar de publicidad saturada, el vacío te atrapa.
  • El uso de stickers fue diseño UX inteligente: la gente ya sabe cómo usarlos. No hay curva de aprendizaje.
  • La estética final de las stories parecía fea, mal hecha… pero esa era la gracia. El diseño lo ponía la comunidad.

Esto es diseño como herramienta de comunicación, de juego y de participación. No de control, sino de co-creación. Y ahí está la verdadera magia.


🤯 ¿Y por qué nos encanta tanto?

Porque es simple. Porque es divertida. Porque es honesta. No hay letra pequeña. No hay manipulación. Es una marca diciéndote: «Jugá con nosotros. Y si nos hacés reír o pensar, te damos tu combo».

Porque convierte a la audiencia en autora. Porque resignifica el espacio público. Porque resignifica el diseño desde la participación.

Y porque, al final del día, te deja una historia para contar. «¿Te acordás cuando inventé una promo en Burger King y me la mandaron?». Esa frase vale más que mil jingles.


✨ Lo que toda marca (y todo diseñador) debería aprender

  • Si hacés una campaña para redes, usá el lenguaje de las redes.
  • Si querés que la gente participe, no se lo pongas difícil.
  • Si querés que algo se vuelva viral, hacelo jugable, compartible y personalizable.
  • Si querés que tu diseño se sienta vivo, dejá espacio para que lo completen los demás.

📦 Conclusión: un sticker, una story, una genialidad

The Sticker Deal no fue solo una promo de fast food. Fue un rediseño de cómo se hace publicidad exterior, de cómo se usa Instagram de forma creativa, y de cómo una marca puede volverse cómplice de su público sin perder su identidad.

Fue valiente, fue simple, fue divertida. Y sobre todo, fue recordada.

Y eso, en el mundo de las ideas, es el verdadero premio.

🍔✨

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